lunes, 18 de febrero de 2008

Solo por hoy...

Hoy que siento la bohemia encima, (aunque es de mañana), quisiera echar mi brazo sobre tus hombros y permitirme en ti la mirada. Deseo ver tu sonrisa para alejar mis nubarrones. Quisiera envolverme en versos; deletrear cada palabra y mejor aun si esas palabras coinciden con tu nombre. Quisiera darte mi media locura y aquella otra mitad que de algún modo existe, mi cordura.

A pesar de lo que quiero, un muro interviene y me doy cuenta que llega al cielo. Es el obstáculo a mi pretensión. Qué importa la inspiración si no alcanzaré tus hombros; mi brazo se estrellará contra el muro. Su pared es abrasiva. Deja heridas con solo aproximarme e impide siquiera mirarte. No veré tu sonrisa, y tendré que recordar una maldita palabra de fonema oscuro y cruel: conformidad.

Amistad lleva por nombre el muro. Fue un bautizo de fuego para convertirme en cenizas. Buen nombre para encorvar al amor. Buen nombre para domesticar la pasión, la lujuria y la endemoniada querencia que aun no comprendo porqué me tienta tanto, en un día como hoy.

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