martes, 15 de mayo de 2012

1:59


1:59 de la madrugada. Piso veinticinco. Despierto y observo el techo. Escucho tránsfugas en sus vehículos de un lado para otro. Comienzo a contar los picos del estucado. El sonido del acondicionador de aire parece el zumbido de una abeja gigante: monótono y eterno hasta que lo apague. Entonces, hasta el calor hace ruido.
Por mi pensamiento vagabundean escenas y recuerdos. Recuentos de asuntos pendientes; evocaciones de lo mal dicho. Y aguardo con algún grado de angustia que llegue mi sueño.
“Todo anda bien. Es cuestión  de tiempo.”  Me lo ha dicho el monstruo que se asomó por la ventana.