Parrafo 1
El instrumento que nos empeñamos en mirar cada cinco minutos, me dice que el tiempo se diluye sin pausa en corriente incontenible. Ese tiempo maravilloso. Esa vida que poco podemos alargar. Esas memorias desbocadas por el cause de nuestra existencia.
La menestra de la vida no concuerda con la eternidad. Y en esa disyuntiva confronto el instante fugaz con una interrogante desesperada, en un reclamo vano a la inmensidad: ¿A dónde irán a parar todos mis recuerdos? ¿Y este presente que se acaba de esfumar? ¿Quien lo recordara ? Y en mi ausencia, ¿quien podrá recordar tu belleza y el amor que nos unió? Vuelvo a echar una mirada al reloj. No hallo explicación y otra memoria se escapa en la corriente caudalosa, hacia el despeñadero del olvido. Nueve y cuarenta tres de la mañana: ¿Acaso alguien se acuerda?