viernes, 26 de noviembre de 2010

Viernes Negro

Este tipo de viernes nunca tuvo mejor nombre. Viernes Negro. Así con nombre y apellido. Veo fotos de hordas de gente a galope como si huyeran de un desastre natural o como si fueran perseguidos por un poder superior. De repente me doy cuenta que por ambas razones, precisamente, es que corren llenos de emoción hacia el interior de una mega tienda, cualquiera que esta sea. Y es un desastre ya natural el que la gente salga de compras como si el mundo fuera a terminar. Y ciertamente es un poder superior aquel que los conduce hasta cualquier comercio y en un insomnio irracional, aguardar por elevar a elixir el acto de comprar.  Frenética es la lucha para adquirir un instante de alegría, y muy dudosa la transparencia de buena parte del comercio. Lo que me recuerda que mucho, o poco, pueden costar las cosas, pero de algo estoy seguro: la felicidad es gratis.

No hay comentarios.: