Difuminada y gris recala la mañana, hasta tornarse azul. El horizonte como una esperanza: a lo lejos. Y cuando avanza el día, el fragor y el calor se confunden…pero no son lo mismo. Luego llega la tarde, como un otoño inexpugnable, en un presagio de penas y amarguras. Y al hacerse la noche, oscura y profunda, te ves en el espejo de la soledad; sin ninguna estrella.
2 comentarios:
Cuanta soledad y dolor reflejan estas líneas.
Aveces se cree uno solo en el mundo con estos sentimientos...y ahi estas, en algun lugar, y no te encuentro; y no eres mio.
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